Mikado toma su nombre del clásico juego donde hay un montón de palillos unidos y, al sacar uno, se caen todos formando un caos circular. Las tiras de chapa de madera de la lámpara Mikado, colocadas en forma radial, evocan el plumaje de un pájaro. De inteligente construcción, Mikado es a la vez caótica y armoniosa.
Diseñada por Miguel Herranz, Mikado es un espíritu libre, con su aire de despreocupación y su contoneo pícaro que resulta atractivo a primera vista. Su perfil recuerda al dibujo chispeante de un caleidoscopio.